Acompañamiento para gestión del cambio
Cuando tienes sentimientos de abundancia y bienestar, la configuración de la realidad se ajusta a esos parámetros y tu vida se vuelve abundante y placentera.
No quiere decir que todo sea de color de rosa, ni que todo sea perfecto, pero como las cosas no son perfectas o imperfectas, buenas o malas, sino que "todo depende del cristal con que se mira" la percepción de la realidad que solo es, no de determinada forma, viene condicionada por el cristal, con el filtro a través del cual la ves.
En el caso de que esa lente sea la de la abundancia y el bienestar, la percepción será la del vaso medio lleno.
En el caso de que esa lente sea la de la abundancia y el bienestar, la percepción será la del vaso medio lleno.
Desde esa percepción se te mostrará una realidad acorde con esa visión, que genera pensamientos y emociones alineadas con ella. Así que verás el vaso medio lleno y no medio vacío, que correspondería a una percepción de escasez y malestar.
¿Cómo sintonizar con esa percepción positiva? Hay una técnica, sencilla, que es la del Decreto.
Un decreto es una afirmación que has de elaborar de forma consciente y repetirla. Es como una señal lanzada al Universo, personalizada, en presente y con la conciencia de ser una realidad ahora y el agradecimiento por serlo.
Un ejemplo, que yo uso, para este mensaje poderoso de sintonización con la realidad vista desde ese prisma:
Como debe ser en primera persona y personalizado, es decir, que se refiere a ti y solo a ti, el comienzo del decreto deberá ser: "Yo, tu nombre y apellidos, y la afirmación.
Mi ejemplo: Yo, Jorge Arizcun Ceñal, tengo abundancia y salud
Y añades: Desde que tengo memoria.
Para que la afirmación se materialice en presente y se proyecte hacia el futuro, continúas con: Así sea, así es, está hecho.
Para terminar es necesario agradecer por esa realidad, símplemente. uno o varios Gracias.
El decreto queda así:
Yo, Jorge Arizcun Ceñal, Tengo abundancia y salud desde que tengo memoria. Así sea, así es, está hecho. Gracias, gracias, gracias.
Un decreto se asienta repitiéndolo, cuantas más veces mejor y durante días. Puedes hacerlo en voz alta o baja, como una oración, o bien pensando la frase conscientemente.
Ese mensaje es recogido por la inteligencia superior, el Universo, Dios, o como cada cual quiera denominarlo y la respuesta llegará.
Otra cosa importante es tener fe y no albergar expectativas. Esto puede parecer contradictorio, pero no lo es. La expectativa supone tratar de condicionar la respuesta, pero eso no puede hacerse. Hay que creer y soltar. Esa respuesta vendrá en la forma que haya de venir.
Sintonizar con la frecuencia correcta viene determinado por la repetición. Nuestro cerebro se "programa" y se sitúa en esa frecuencia. La realidad se ve modulada y se alinea con la afirmación y la respuesta llega. En el modo correcto.
Este ejercicio es poderoso y logra transformar la realidad.
El decreto es lo que quieres, lo afirmas sin pedirlo, lo fijas al presente y lo agradeces. Nada más. Cientos de veces, cada vez que te acuerdes, cada vez que puedas.
Yo lo hago mucho durante el camino en moto a mi trabajo, en momentos en los que necesito calmar la mente y re-sintonizar con mi presente, antes de dormir, cuando me ducho, paseando con mi perra..., siempre que es posible.
Y ¿qué puedo contar? Pues que funciona. Y funciona porque combina varias disciplinas en una. La fe, la ley de la atracción y el Ho'oponopono.Que realmente vienen a surtir el mismo efecto.
Palabras de alta vibración, como "Gracias" que repetidas actúan como llave, como código de apertura. La ley de la atracción dice que lo que pides se te da, pero es una interpretación. Más que pedir, se trata de afirmar. El cerebro entiende de afirmaciones en presente y en positivo y el Universo, o Dios que es la extensión de nuestra mente, también.
La abundancia aparece en la realidad y el bienestar también. Como es una percepción, lo es independientemente de la expectativa o de la idea prefijada que tengas sobre ambas cosas.
Con la sintonía correcta podrás ser abundante con mucho o con poco, el filtro estará puesto y todo será abundancia. Con la salud y el bienestar también.
Aunque tengas o contraigas una enfermedad, tu percepción enfocará a la parte positiva de lo que sea que aparezca en tu presente y lograrás fijarlo ahí.
En mi caso, puedo contar que tras una etapa de mi vida oscura, difícil, con pérdidas, con la salud mental mermada por un estado depresivo, con desesperanza, miedo, angustia, sentimientos de escasez, pensamientos de pobreza y malestar, inicié con la guía y la ayuda de ese algo superior a mi, que yo denominó Espíritu Santo, un camino de autoconocimiento, complementado por un proceso de coaching (acompañamiento a la acción) y por estudio y lecturas relacionadas con el crecimiento personal, el mismo coaching, el ho'ponipono, el mindfulness, meditación, el tratamiento de la ansiedad mediante acupuntura y terapia holística oriental, que lograron que fuese reduciendo paulatinamente la medicación química (ansiolíticos y antidepresivos)
Poco a poco, trabajando a diario, escribiendo, acudiendo a terapia psicológica y con fe y trabajo personal, llegue al punto en el que tomé contacto con esta poderosa herramienta que es el decreto y lo puse en práctica.
También lo he simultaneado y lo sigo haciendo con la repetición de palabras de alta vibración, que es el Ho'oponopono, la práctica de la atención plena (mindfulness) y la oración, que en realidad se complementan y finalmente son todo en uno.
¿Y qué ha ocurrido? Pues algo sorprendente. Todas las facetas de mi existencia se han ido arreglando, una por una, y se ha asentado un sentimiento de abundancia, salud, bienestar y gratitud que hacen que vea mi realidad ahora llena de presentes, en el sentido de regalos y en el sentido de aquí y ahora.
Presentes en presente. Creo que muchos ya estaban ahí pero no podía ser consciente de ellos.
He logrado, y tú también puedes hacerlo, despertar a una realidad que me sorprende, positiva, de abundancia y bienestar. En paz e independiente de los acontecimientos, de lo material y de lo externo.
Este modo mental logra que aprecie lo externo como abundante y mi organismo, la parte material que me transporta y me conecta con el exterior, como saludable.
Hoy, y de ahí el título de esta entrada, me encuentro volando, en este preciso instante en el que estoy escribiendo. Estoy en un avión, rumbo a las Islas Canarias, tras haberme casado hace unos días, con una persona a la que en un modo mental distinto, aunque hubiese aparecido en mi vida, simplemente no habría visto.
Disfruto de una estabilidad laboral, en un trabajo y una empresa que me encantan, de una estabilidad familiar, personal y económica cada vez mayor y con unas perspectivas buenas, aunque sin expectativas.
Sí con intención y enfoque, pero sin expectativas. Porque lo que tenga que ser, será y será bueno y correcto.
Vuelo hacia mi destino, que en este preciso momento se reduce a volar. Nada más.
Tú también puedes, da igual de donde partas. Trabaja en ti, aprende, escucha, respira, conecta, cree y construye tu decreto.
Y repite, repite, repite...
Ten fe y agradece.
Todo el tiempo.
Tu realidad se va a transformar y como yo, volarás.
Buen vuelo.
Jorge Arizcun
COACHING ACTIVO
Diciembre 2019
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