Trick or Treat Consultoría y Coaching - Crecimiento Personal
Si...., entonces....
¿Te suena?
Mira la imagen.
Si (lo que quieras poner), entonces me aceptarán
Si (lo que quieras poner), entonces tendré seguridad
Si (lo que quieras poner), entonces tendré satisfacción
Si (lo que quieras poner), entonces tendré valor
Si (lo que quieras poner), entonces me ocuparé
Si (lo que quieras poner), entonces perteneceré
Si (lo que quieras poner), entonces encontraré alivio
... me respetarán
...me apreciarán
...mi vida cambiará...
Me vale también si cambiamos "Si" por "Cuando"
Es muy importante lo que está entre paréntesis ("lo que quieras poner")
Y es significativa la palabra "entonces", que indica tiempo futuro condicionado a esos "síes" y "cuandos"
Desde luego, qué tramposo es el lenguaje. Y qué tramposa la mente, que mediante ese lenguaje nos promete futuros.
Pues me vas a disculpar, pero NO.
Rotundamente no.
Ojo, que yo he estado en eso, en fiar mi futuro a si ocurre tal o tal cosa, o a cuando ocurra.
Y es un error, ahora lo sé.
Porque he pasado bastante tiempo condicionando el hacer, estar o sentir a unas circunstancias que habían de darse para que el futuro fuera de una manera determinada.
Las cosas pasan, ya está. Normalmente no de la forma que esperamos.
Pero pasan ahora. En este momento.
No podemos condicionar nuestra vida a circunstancias que puede que no se den.
Voy más allá: ¿No te parece posible que las circunstancias se den precisamente si hacemos ahora?
Crear la realidad está en tu mano. Crearla en este instante.
Y es muy importante el lenguaje que emplees, lo que te digas, porque ese lenguaje va a influir y mucho en esa realidad que creas.
Aparca los síes y los cuandos.
No condiciones tu vida, ni veas esos entonces. Mejor mira los ahoras.
¿Te acuerdas del cuento de "La Lechera"? Imagino que sí, porque es muy popular. Todos lo conocemos.
Imaginación de acontecimientos y consecuencias futuras basadas en "cuandos"
Una construcción mental. Un castillo en el aire que nos nubla la mente y nos saca del presente.
"Haré tal cosa y ocurrirá tal otra, "si pasa esto, entonces ocurrirá aquello", bla, bla, bla mental, que nos distrae, hasta que por esa distracción y no estar en lo que hay que estar, no ves por donde andas, tropiezas y el cántaro de leche se cae, se rompe y con él todos esos futuros creados por la mente.
Es A-HO-RA donde hay que estar. Plenamente. Conscientemente.
Y contar con lo que eres, haces, tienes y cómo estás ahora mismo.
No digo que no haya que proyectar, visualizar o imaginar.
Pero hacerlo no puede significar no estar. No vivir y ocuparse en el presente.
¿En qué estás? En el título de esta entrada lo escribo con mayúsculas. Porque hay que ESTAR con mayúsculas.
Tu vida ocurre ahora. Lo que ocurra más adelante depende de muchos factores, pero no puedes posponerte a ti mismo. No puedes posponer ser.
Ya veremos qué ocurre y como. Lo veremos en presente, si llega ese presente.
En el libro "Tus Zonas Erróneas", del recientemente fallecido Wayne Dyer, hay un párrafo que se me quedó grabado, pero que sistemáticamente no he tenido presente:
"Mira por encima de tu hombro, te darás cuenta que tienes a tu lado a una compañera que te acompaña constantemente. Tu propia MUERTE.
Puedes tenerle miedo o usarla en tu propio beneficio.
Siendo la muerte una propuesta tan eterna y la vida tan increíblemente breve, se tú mismo, goza, ama… puedes temer tu propia muerte o usarla para ayudarte a vivir positivamente."
¿Qué te parece esa compañía?
Yo te recomiendo que la tengas presente. Que la mires. No para darte miedo, sino para no posponer y, como dice Dyer, vivir positivamente.
No fíes al futuro. No dejes de estar ahora. Haz las cosas en este instante, porque es el mejor para hacerlas.
Piensa en esa compañera, tu final en esta vida, en este plano terrenal. Como si fuese ahora.
¿Dónde quedan esos "síes", esos "cuandos" y esos "entonces"?
No esperes a ese momento para darte cuenta de que no estuviste, no hiciste, no fuiste.... Será ya tarde.
No quiero ser muy radical, bueno, un poco sí. Pero para ayudar.
El cántaro roto de la lechera puedes ser tú, en cualquier momento. Eso sí que es una certeza. Y con esa certeza presente... vive tu presente.
Con lo que hay. Con quien eres, con cómo y en qué estás, con lo que tienes, con lo que sientes. Y haz. No dudes. Haz.
Lo que quieras poner entre los paréntesis de las frases de la foto del principio, ponlo. Y da por hecha la consecuencia en presente.
Un sólo ejemplo: "Si tengo la actitud adecuada, entonces mi vida mejorará..." o "Cuando la tenga, entonces..."
¿Cómo construyes de nuevo esta frase? ¿Cuándo es cuando?, ¿Cuándo es entonces?
Ten la actitud adecuada ahora mismo y en este mismo instante tu vida mejora.
Seguro.
En presente.
No esperes. La vida no espera.
Piensa en tu compañera...
La última noche de Boris Gruschenko (Woody Allen)
Jorge Arizcun