lunes, 23 de enero de 2017

Chica Gacela



  Trick or Treat      Consultoría y Coaching




Hace un tiempo, comencé a fijarme en una chica que con ropa deportiva caminaba muy rápido y de forma enérgica, con cara tensa, labios apretados.

Me di cuenta que estaba muy delgada, mucho. Y en un principio pensé, o mi mente me escupió, que podía tratarse de una chica obsesionada con su peso y que pudiese tener algún trastorno (tipo anorexia...)

Fíjate, así sin saber nada, un pensamiento tan sin fundamento, negativo..., ¡sólo estaba viendo pasar una chica delgada caminando rápido! Seria, concentrada, erguida.

La fui viendo varios días más, igual. Su forma de andar enérgica, con zancadas cortas y rápidas, balanceo de brazos. 

Me fui dando cuenta a medida que la iba viendo cada día, que era una forma de andar extremadamente coordinada, a un ritmo inmediatamente previo a correr.

Así la vi durante un tiempo, sólo caminando de esa forma y con la cara y la actitud de determinación invariable.

Hasta que un día volví a verla pasar, más rápido..., iba corriendo. Sus brazos flexionados, los puños cerrados y los codos altos a los costados, pecho adelantado cuello recto y estirado. Y una zancada suave, fluida, eficiente.

La palabra que me vino para describir esa forma de correr fue "elegante gacela"
Parecía que avanzaba sin esfuerzo, como por una alfombra.

El pelo recogido y la coleta oscilando a derecha y a izquierda. La mirada fija al frente, no al suelo.

El estilo de correr, carrera natural, pisando con las puntas, sin apoyar el talón, elevando rodilla y estirando la zancada...

Lo que estaba viendo desde el principio era una actitud. En forma de chica gacela.

Un entrenamiento en progresión y más adelante con variaciones de caminar rápida y enérgicamente, trotar a buen ritmo y correr al estilo que he tratado de describir.

Cada día, invariablemente. 

Una chica alta, muy delgada, pero por el ejercicio intenso y constante, una determinación, una constancia.

Admiro a la chica gacela. Me parece un ejemplo.

No sé nada de su vida, sólo conozco y de pasada (rápida) esa faceta de deportista constante y eficiente.

No sé si se entrena porque corre carreras, no lleva distintivos ni ropa cara. 

Hace un par de días, con un intenso frío aquí en Tres Cantos (pre-sierra de Madrid) ella iba con una camiseta de algodón gris de manga larga, mallas finas, calcetín corto de running y zapatillas decentes, aunque no cantosas. Pelo recogido, coleta oscilante y ritmo alto.

Bueno, quería contarlo, primero como homenaje y expresión de admiración y segundo para resaltar el concepto de actitud. 

Si vas a hacerlo, hazlo bien. 

No se puede correr con la eficacia y la elegancia de una gacela, sin el porte de una gacela. 

Eso no se consigue sin trabajo. 

La actitud te hace perseverar, mejorar, te quita la pereza, te pone en marcha.

Admirada chica gacela, gracias por tu ejemplo y espero verte muchos días más devorando kilómetros con tus largas piernas, tu postura, tu determinación y esa cara concentrada mirando al frente. 

Con tu actitud.

Jorge Arizcun
Enero  2017