Acompañamiento para Gestión del Cambio
Básandome en un post del blog "Los Cinco Minutos del Espíritu Santo"* quiero que reflexiones sobre el perdón y la aceptación a ti mismo o a ti misma.
Existen signos con los que puedes expresar ese perdón y esa aceptación.
Esos signos reflejan el amor y el respeto hacia tu persona.
Es muy habitual, especialmente en momentos difíciles en tu vida, que no te cuides como es debido y que te maltrates.
Puedes descuidar tu aspecto.
Puedes insultarte.
Agredirte comiendo en exceso y de forma insana.
Puedes beber alcohol y fumar en exceso.
Puedes tomar drogas (ojo a las "legales" prescritas por los médicos y psiquiatras)
Puedes dormir demasiado y dejar de hacer cosas al caer en un estado de apatía y desinterés.
O bien no dormir ni descansar lo suficiente.
Puedes descuidarte mucho, física y espiritualmente, entiendas como entiendas este último aspecto de tu ser.
Al dejar de ocuparte de ti, dejar también de alimentar el espíritu, el alma, dejar de leer, de adquirir conocimientos, de relacionarte con otros, de este o del otro mundo..., te desconectas.
La forma positiva de conducirte en esos momentos de zozobra, no conlleva hacer grandes cosas, ni gestas heróicas.
Puedes darte pequeños placeres, simples y cotidianos, que no te supongan un esfuerzo grande, ni te provoquen sentimientos de culpabilidad.
La cosas están para disfrutarlas, la vida está para disfrutarla.
Puedes probar a comer mejor, hacerlo lentamente, disfrutar más la comida.
Puedes regalarte un paseo agradable, con plena atención y sin pensar en lo que tienes pendiente de hacer.
Quizás quedar y disfrutar con tus amigos, a los que puede que tengas algo olvidados, y vivir su compañía como un regalo divino.
Y agradecer por todo ello, que ha sido creado para ti, para que lo disfrutes.
Pueden ser muchas más cosas. Tomar conciencia de cuando te duchas, que puedes hacerlo, que disfrutas de la luz eléctrica, del agua corriente, de la tecnología, del ocio, del cuidado de la salud.
O también poniendo atención a tu entorno, cuidándolo, desde el lugar donde vives, tu habitación, la casa, el barrio, tu ciudad.
Agradeciendo tenerlo todo y poder disfrutarlo. Y también agradeciéndote todo eso que haces por ti, por los demás y por tu entorno.
No vale con perdonarte, orando en cualquiera de sus variantes y creencias, si después no caminas en la dirección de quererte a ti en tu día a día.
Ese Amor invisible y Universal, que en la religión católica es el Espíritu Santo y en otras la expresión de la divinidad como energía vital, te hace experimentar ese Amor hacia tu persona, en tu propio cuerpo.
Eres parte de esa energía, parte del Universo, parte de la Divinidad, de Dios, en cualquiera de sus manifestaciones, en cualquier cultura o confesión, incluso sin confesión religiosa alguna, eres parte del Todo Universal.
La energía que lo mueve todo es el Amor, entendido así, como ligante, como impulsor, como fuerza vital. Y para que fluya y te inunde, debes estar en esa sintonía, en sintonía con el Universo, con Dios.
Es así. Agradece, perdónate, cuídate, acéptate y toma conciencia de que estás con vida y puedes disfrutar y apreciar todo lo que tienes, que no es poco.
Es una buena forma de conectar, de elevar tu energía, de abrir el canal con la parte espiritual, para que llegue bien la señal, la comunicación y la vibración universal.
En la religión católica el Espíritu Santo es amor invisible y quiere que experimentemos su amor en nosotros.
Pero necesita que la conexión esté abierta.
Tanto si eres cristiano como si no, eres un ser divino y formas parte de algo muy vasto.
No te aísles.
Deja que el Amor te inunde y comienza amándote a ti en primer lugar. Perdónate, acéptate y cuídate.
Estarás cuidando esa parte del Todo y te conectarás con Él.
* Ref. Blog http://loscincominutosdelespiritusanto.blogspot.com.es/
Jorge Arizcun
Agosto 2017
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