Trick or Treat Consultoría y Coaching
Lo de borrón y cuenta nueva a veces no es buena idea, porque se queda a medias, o sea en el borrón.
Mi padre decía que cuando algo se terminaba había que darle carpetazo. Vamos, que había que cerrar capítulo totalmente, absolutamente.
Y lo hacía, aunque no siempre.
Yo, que he heredado muchos aspectos de su carácter, también lo he hecho, pero con el tiempo he aprendido que no es lo correcto en muchos casos.
Y como de borrar y descodificar patrones aprendidos se trata, opto desde este instante por no dejar borrones, y limpiar en lo posible los que se puedan limpiar.
Mejor una vida sin borrones ¿no?
Y esto es especialmente importante en el caso de las personas.
A lo largo de la vida pasan muchas personas que a veces solo se cruzan brevemente en nuestro camino y en otras ocasiones caminan a nuestro lado un trecho, más o menos largo.
Por ejemplo en la época de estudios, o en los distintos trabajos o proyectos, también en la familia, por supuesto.
Ahora voy a referirme a los compañeros de trabajo.
Si tras un largo tiempo trabajando en la misma empresa, llega un día en el que cambias de trabajo, porque te vas, o te despiden, especialmente en este caso, si queda mal sabor de boca, puede pasar, si tienes esa tendencia a desconectar y a cerrar capítulo, que le des con la puerta en las narices además de a la empresa, a los compañeros, que ninguna culpa tienen, pero con los que durante un tiempo puede que duela contactar, por lo directamente relacionados que están con esa etapa finalizada y que quieres cerrar.
Pero no es justo no lógico.
Porque son personas, más allá de su rol laboral.
Y algunos son amigos.
Y muchos otros te apreciaban y puede que hasta te echen de menos.
Y es comprensible que sí uno actúa así, dejando de lado a la gente, pueda pasar que esa gente, especialmente los más cercanos y amigos, puedan sentirse dolidos.
Ahí queda el borrón.
Y además una pérdida de relación con personas importantes en tu vida.
Vale hacer cuenta nueva, pero sin borrones y conservando lo importante, que son las personas.
Aunque sea difícil o doloroso.
Merece la pena conservar esas relaciones, esas personas y esos amigos en la vida de uno.
Ahora, gracias a las redes sociales, se puede mantener cierta relación con esos antiguos compañeros, pero se pierde el trato y el contacto real.
No emborronemos las relaciones.
Mejor todo limpio y claro.
Jorge Arizcun
Enero 2017
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