lunes, 19 de noviembre de 2018

Lo único que permanece es el cambio 4 - Personaje Ingeniero



    Acompañamiento para Gestión del Cambio 


Todo está en ti y en tu mente.

Eres tres personajes en uno: Creador, Ingeniero y Evaluador. En esta ocasión vas a traer al segundo personaje de los tres que eres: el Ingeniero.

Este va a ser el que diseñe el plan de acción. Tu personaje creador es quien dibujó la realidad que quieres y te la presentó con todo lujo de detalles en un presente futuro: Tu meta.

Ahora toca trabajar. No vale sólo con visualizar, con adaptar el lenguaje. Hay que hacer. Y aquí es donde tu personaje ingeniero tiene que actuar.

Tienes la visión global de cómo quieres que sea tu vida en ese tiempo futuro, pero estás aquí ahora, en tu realidad presente, por lo que es necesario trazar el mapa y concretar las metas.

Existen herramientas que pueden ayudarte a situarte en el presente, en dónde y cómo estás, para tomar decisiones en base a esa realidad presente.

En coaching el trabajo principal es la definición de la meta, del objetivo.

Por un lado está lo que quieres, lo que deseas. Imagínate un bocadillo que sale de tu cabeza en forma de pensamiento, de idea. Es como una nube. 


Tu personaje ingeniero es el encargado de convertir el deseo en objetivo, que vamos a representar como una diana, con las herramientas y técnicas adecuadas.

Un objetivo tiene que tener una característica esencial: la precisión. Debe ser preciso, CONCRETO.

Para ponerte en acción y no quedarte en el mundo de las ideas y deseos, es necesaria la actitud, que es el elemento motivador. Hay que entrenar al personaje creativo para que modifique ese lenguaje interno y convertirlo en positivo y motivador.

De un “no haces nada” a un “¡venga, que tú puedes!” hay una diferencia notable. Es esencial que tengas la seguridad de que puedes. Y de aquí surge otra característica indispensable de un objetivo: que sea asequible, REALIZABLE. 

En cuanto a la posibilidad de realización de algo, es importante CREER que puedes hacerlo, que ERES CAPAZ. Si no lo crees es muy complicado que ni siquiera lo intentes. Por eso en coaching es tan importante determinar previamente este aspecto, el grado de realizable que es un objetivo para ti, para trabajar las creencias y los miedos, antes de ponerte en marcha, o para determinar si es o no realista (yo tengo un objetivo que es ir al espacio en un mes, pero me temo que no es un objetivo realista, así que no voy a desgastarme en intentarlo)

Como aquí estamos hablando de cambio, pero el referido de pasar de un estado a otro que quieres, hay algo que te va a ser útil conocer y que va a determinar qué es aquello que puedes cambiar y lo que no. 

Para ello te propongo que desde tu personaje ingeniero  dibujes dos círculos concéntricos. Uno más grande y otro más pequeño dentro.

El de dentro, el más pequeño lo vamos a denominar CÍRCULO DE INFLUENCIA. El más grande lo vamos a llamar CÍRCULO DE PREOCUPACIÓN.

Todo lo que te preocupa y te gustaría cambiar está en el círculo grande y en el círculo pequeño está lo que depende de ti y puedes cambiar. El espacio que queda entre el círculo grande y el pequeño es aquello que no depende de ti, aquello que no está en tu mano cambiar. No está en tu control. 

Ese espacio fuera de tu control es en el que se mueve la especulación mental.

No está en mi mano ni en mi control ir al espacio en un mes, aunque quiera. No hay mucho que yo pueda hacer para que eso se haga realidad. Así que si me preocupo por eso, estoy transitando por ese espacio entre el círculo de influencia y el de preocupación y es ahí donde la mente hace de las suyas, especulando e inventando. Inútilmente.

Puede que antes de que termine el mes, un coche negro con el distintivo de la NASA pare delante de mi casa y dos personas de negro muy amables me inviten a irme con ellos… No es muy probable. Pero sí lo es que me sienta fatal si permanezco en la puerta de mi casa, nervioso y preocupado, esperando que aparezca ese coche.  

Ya ves que esa frase que dice: “si tiene remedio, ¿por qué te preocupas? Y si no lo tiene ¿por qué te preocupas?” es absolutamente cierta. No debes preocuparte de aquello que no está en tu control cambiar.

Y ahora que ya has visto este aspecto tan importante a la hora de establecer un objetivo, lo siguiente es establecerlo. Sí, ¿pero cual?

En las sesiones de coaching, este es un momento de dificultad, decidirse por un objetivo. Porque puedes tener muchos, de diferentes áreas de tu vida.

Para ayudarte existe una herramienta muy interesante y de mucha utilidad que es el mapa de vida o “mapa telaraña”, un esquema de áreas, que desde tu personaje ingeniero puedes trabajar.

Es divertido de realizar y muy gráfico. Para dibujarlo, antes haz una lista de áreas de tu vida. 

Por ejemplo:

-     - Salud
-     - Familia
-     - Trabajo
-     - Dinero
-     - Amistades
-     - Pareja

Una vez que los tengas, dibuja un círculo grande:


Ahora dibuja tantos radios como áreas de tu lista. Imagina que son los cortes de una pizza, para hacer porciones iguales, nombrando cada punto en el círculo:


Una vez dibujado todo como te he explicado, ahora es el momento de establecer el grado de satisfacción que tienes en cada área, que es lo que te va a indicar en qué área quieres trabajar.

Podría hacerse lo mismo sólo en un área, por ejemplo la del trabajo, y dividirla en distintos aspectos, como podrían ser:  Orden del espacio de trabajo,  Gestión del tiempo, Organización de tareas, etc. Los aspectos que tú consideres importantes en esa área.

Para establecer el grado de satisfacción puedes crear una escala de 1 a 10 en cada aspecto, siendo el 0 el centro del círculo:


Una vez establecida la escala, pon el grado de satisfacción de cada aspecto en la gráfica y después une los puntos:


Te sale una figura. Es el polígono de satisfacción. Con vértices más o menos lejos de la línea del círculo, donde se situaría la máxima satisfacción, el 10. 

En este ejemplo, los dos aspectos con menos puntuación en la escala serían el dinero y la salud. Hay que decidirse a trabajar con uno, el más importante para ti. Si el ejemplo fuera mío, elegiría la salud y me enfocaría para empezar en esa área.

Todo lo que se sitúa en el interior del polígono es lo conseguido, lo que tienes. El espacio que queda entre el perímetro del polígono y el círculo es el potencial, el área de cambio. 

Piensa que la forma de este polígono va a ir cambiando a lo largo de la vida y que hay que trabajar constantemente en él .

Una vez escogido el aspecto, por ejemplo la salud, se puede volver a hacer un esquema de áreas, pero ya todas referidas a la salud y así hasta determinar el objetivo por el que quieres empezar.

Cuando tengas definido ese objetivo, que podría ser por ejemplo: hacer deporte, aún hay que seguir indagando y trabajando. Hacer deporte está bien, pero quizás es demasiado amplio aún, como lo era aún más “tener buena salud”. Es necesario, y es otra característica principal de un objetivo, que este debe ser lo más ESPECÍFICO posible.

Muy bien. Ahora ya tienes claro en qué área de tu vida quieres enfocarte para cambiar y tienes un objetivo claro y realizable.

Para ayudarte a conseguirlo hay una pregunta que puedes hacerte: “¿Quién puede ayudarme”?

Siguiendo con los círculos puedes representar tus relaciones mediante círculos concéntricos con uno en el centro que eres tú. Desde ese círculo y desde dentro hacia fuera están las personas más o menos cercanas. De todas ellas puedes determinar quién  puede ayudarte y explorar esas posibilidades de ayuda. No hagas caso a tu creencia, si la tienes, de que no necesitas ayuda, que puedes solo. Tu ayudarías ¿no? Pues eso… Hay que saber dar y recibir 

La imagen de más arriba, la de la diana, representa la precisión. Si quieres tirar con arco, no puedes coger el arco, colocar la flecha, tensar y soltar, así sin más. 

En la técnica de tiro con arco hay que precisar el tiro, estabilizar, mantener el foco y disparar. Estas acciones son las que determinan la clave del éxito.

Además de persistir y no desistir (habrá que realizar el tiro cuantas veces sea necesario) manteniendo el foco en el objetivo. El objetivo no es este preciso tiro que vas a intentar. Es el resultado a medio plazo que vas a conseguir tras múltiples tiros.

Hay que enfocar con acciones concretas y medibles, acciones que tienes que decidir y realizar, teniendo en cuenta las dificultades internas y externas que vas a encontrarte, estableciendo el nivel del  1 al 10 de la expectativa y valorando posteriormente del  1 al 10 el resultado.

Como si hubieses efectuado el tiro con arco, ¿cuál era tu expectativa previa al tiro? Y ¿cuál ha sido el resultado? Y cuando la flecha ya está clavada en la diana, a la vista del resultado y de lo lejos o cerca que está del centro, ¿qué puedes hacer en el siguiente tiro que te acerque al objetivo?

Tras todo lo visto y con la ayuda de tu personaje ingeniero, ya estás en disposición de establecer un objetivo para ti en el que comenzar a trabajar.

Este objetivo identificado, debes querer conseguirlo, creer que puedes, debe ser lo más preciso posible, debe ser realista, debe tener una fecha de realización, un tiempo concreto para lograrlo y debe ser posible medir el grado de consecución, como cuando se ha disparado la flecha y ves en la diana dónde se ha clavado.

Persiste en el intento, no pierdas el foco, apóyate en los que pueden ayudarte y ¡a por ello! 

Jorge Arizcun
COACHING ACTIVO
Diciembre 2021







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sábado, 3 de noviembre de 2018

Disfrutar lo indisfrutable



    Acompañamiento para Gestión del Cambio 




Una vez me contaron la historia de una persona que pasando por un duro trance, hospitalizada con un grave problema de salud, ante la bienintencionada pregunta “¿cómo estás?” que alguien le hizo en una de las visitas, la persona enferma respondió:
“aquí, disfrutando lo indisfrutable

Esto me impresionó y me quedó grabado. Lo recuerdo a menudo y quiero compartirlo en esta entrada.

Hay varias formas de ver las cosas, de afrontar los retos y desafíos que la vida nos pone delante.

Una de ellas, muy habitual, es quejarse y lamentarse. Hacerse la víctima.

Otra es disfrutar el momento con lo que trae. Aunque pueda parecer indisfrutable.

Existen muchos ejemplos de personas que sonrieron hasta en las circunstancias más extremas, como el malogrado Stephen Hawking, al que puedes ver en la foto de arriba riendo con la ocurrencia divertida de su amigo... 

¿Qué te sugiere esa imagen? Cualquiera podría decir que para alguien con la terrible enfermedad que padecía el científico, no cabría en su vida el disfrute. Pues no es así, se puede disfrutar en cualquier condición, porque es una actitud y por tanto se puede elegir.

Hace poco volví a ver la película “El día de mañana” de Roland Emmerich en la que se relata la devastación provocada por un brusco cambio climático,

Hay una escena en la que tres científicos en un observatorio situado en las montañas del norte de Escocia se disponen para su inevitable final, aislados en el extremo temporal de nieve, poco antes de un letal descenso de temperatura.

Se les acaba de terminar el combustible del generador de electricidad y, ya sin energía, brindan con un whisky de 12 años que el científico director del observatorio, tiene escondido tras unos libros.

Brindan por la humanidad, por ellos y el último lo hace por el club de fútbol de sus amores, el Manchester United.

Todos ríen tras ese brindis final. El momento resulta cálido pese a la inexorable certeza de que van a morir en breve, congelados y sin ninguna posibilidad.

En nuestra vida vamos a encontrarnos con momentos aparentemente indisfrutables. Un síntoma claro de evolución personal es ser capaces de encontrar paz, fuerza interior, ganas y alegría, donde aparentemente no hay nada más que sufrimiento.

Sufrir es una opción. Como también lo es la desesperación. Abandonarse al sufrimiento y la tristeza, a la desesperanza, puede resultarnos natural en los malos momentos.

Fíjate en esas personas que en lo peor logran permanecer enteras y sonreír. En calma y en paz. Puede hacerse y es mejor opción para uno mismo y para los demás.

Disfrutar lo indisfrutable es posible y mejora notablemente las situaciones difíciles, haciéndolas más llevaderas, menos duras. Porque son experiencias válidas, que forman parte de la experiencia vital.

Disfruta de la vida, con todo lo que te traiga, no sólo con lo aparentemente bueno y con lo agradable. Esto no existiría sin lo contrario. Nada es bueno ni malo. Tan solo es. Depende de ti cómo decidas vivirlo.


Jorge Arizcun
COACHING ACTIVO
Noviembre 2018







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