jueves, 4 de mayo de 2017

Si no vas, no has ido.


                     Trick or Treat      Consultoría y Coaching - Crecimiento Personal





Esta mañana al despertar me dolía mucho una muela. 

Llamé al dentista privado y me dio cita para esta tarde.

Pensé en la Seguridad social. Y otras personas me recomendaron probar por si podían atenderme de forma gratuita.

En mi centro de salud hay dentista un día a la semana.

Y pensé:

 - "no será hoy"

 - "Sí es hoy por casualidad no me darán cita"

 - "Para qué voy a ir al centro de salud, habrá mucha gente"

 - "Me tratarán mal"

  - "Qué frío ir hasta allí en moto"

Pues he cogido la moto y he ido.

He llegado en un momento.

No he pasado frío.

No había casi nadie.

Me han tratado estupendamente.

El día del dentista es ¡hoy!

Me han forzado una cita en un hueco está misma mañana.

He ido a la cita y ha visto la dentista que la pieza estaba partida longitudinalmente, sin posible arreglo, y me la ha extraído al momento.

Si no voy, no habría sucedido lo que sucedió y todo lo que pensé se hubiese cumplido EN MI MENTE.

La pregunta que me hice fue: ¿Por qué no?

Se trata de ver el vaso medio lleno o medio vacío. De tener o no pensamiento positivo y actitud de acción, sin juzgar previamente nada, ni especular futuros.

Justo cuando estaba esperando en la consulta he visto en internet un artículo,  curiosamente directamente relacionado con lo que he experimentado.

El artículo decía que existe un modelo científico que explica que la "realidad" no es más que una alucinación generada por nuestro cerebro.

"Procesamiento Predictivo" la llaman.

LA REALIDAD NO ES MÁS QUE LA ALUCINACIÓN GENERADA POR LOS PATRONES PREVIOS DE NUESTRO CEREBRO.

Esta teoría, sustentada por estudios científicos, sugiere que procesamos la realidad en base a predicciones que hace nuestro cerebro sobre lo que "cree" que existe y no a partir de lo que existe realmente. 

La "realidad" que no puede conocerse. 

El conocimiento de la realidad se hace a través de nuestro cerebro (consciente) que opera a base de predecir o prever, creando una expectativa.

Así que no tenemos conexión ni conocimiento directos de lo que denominamos realidad, que quizás puede que ni exista.

Según los estudios científicos, nuestros cerebros realizan constantemente predicciones del mundo externo, que confirman lo que percibimos como real. 

Y para lograr mayor precisión en esas predicciones, el cerebro modifica sus modelos internos y logra cambios de estado en nuestro cuerpo para que el entorno externo entre en consonancia con sus predicciones. 

El sentido de esta nueva teoría es el cuestionamiento de que la información del mundo exterior la recibimos de forma pasiva y que nuestros pensamientos y representaciones mentales reflejan fielmente la realidad, no alterada por nuestra percepción.

Pero el cerebro se equivoca y mucho. 

Se basa en su experiencia para predecir, pero su experiencia es una de tantas posibles. 

A veces, muchas, ni siquiera se trata de experiencias directas, sino de programaciones derivadas de experiencias ajenas o heredadas. 

Salpicadas de convencionalismos sociales, creencias, tradiciones... 

Con todo eso el cerebro compone su realidad y compara. 

Claro, se equivoca en muchas ocasiones.

Hoy, de haberle hecho caso en sus predicciones, no hubiera ido al ambulatorio, ni me hubieran dado cita en la misma mañana, contra todo pronóstico.

No hubiese ido al dentista esta misma mañana y no estaría, como ahora está, solucionado mi doloroso problema.

Cuidado con las expectativas. 

Son construcciones lógicas de nuestra mente. 

Aventuran posibles escenarios, de infinitas posibilidades que hay.

Si no vas, no has ido. Por mucho que te diga tu cerebro, que alucina en colores.


(Fuente: pijamasurf.com)


Jorge Arizcun
Mayo 2017





Sígueme en tweeter: @jarizcun

No hay comentarios:

Publicar un comentario