Nadie es de nadie
Te encuentras a las personas por circunstancias, digamos que por "casualidad", aunque las casualidades no existen. Existen las causalidades, que es distinto...
Según esto, salvo la familia, que no eliges y que supuestamente has de "aguantar" toda la vida, los amigos y las parejas aparecen por algo y se cuelan en nuestra vida. Eso es algo que nosotros permitimos. Decidimos a quién le levantamos la barrera para que pase.
De ahí a que aquel o aquella a los que se les permite franquear esa barrera, "tome posesión" va un trecho.
Mucho trecho. Insalvable.
Nadie es de nadie. Y ninguna persona puede creer que otra es suya. Quien lo cree, tiene un problema serio.
De la otra parte, quien se cree de alguien no tiene un problema menor.
Las personas, igual que entran salen. Deben hacerlo si así lo queremos. Es una simple cuestión de respeto. Si yo quiero estar con alguien y esa persona no lo quiere, tengo que respetarlo. No podemos apegarnos más que a nosotros mismos, y ni eso.
La posesión necesita... exorcismo.
Es una agresión, es una invasión.
Nadie es de nadie. Ni los hijos son de los padres, ni los padres son de los s hijos, ni se es de la pareja, ni del amigo. Los posesivos son peligrosos: mi mujer, mi marido, mi madre, mi padre, mi hijo, mi amigo...
Así hablamos, pero no está bien.
Nadie es de otra persona. O más bien, lo es desde su libertad de elegir. Y si se decide que hasta aquí, así debe ser. Si eso no se respeta, las situaciones se complican y mucho.
Respetémonos. Reconozcamos la individualidad y la libertad de elegir, de cambiar, de tomar otros caminos y compañía de viaje.
Cada persona lo querría para si misma ¿no?
¿Tú lo querrías para ti?
Pues no quieras algo distinto para los demás.
#coachingactivo
#teacompañoenelcambio