lunes, 13 de mayo de 2019

¿Y SI...?




    Acompañamiento para Gestión del Cambio 
 
 
 

 
 
¿Te has parado a pensar si lo que ahora haces, o dónde estás, o con quién, sería tal y como es ahora, si las circunstancias fuesen otras, o el pasado hubiese sido distinto, totalmente o en algunos detalles?
Seguro que sí. A todo el mundo le pasa y todas las personas se han preguntado ¿y si…?
¿…no hubiera tomado tal decisión?
¿…no hubiese ocurrido aquello?
¿…no hubiera conocido a…?
Tantos “ysis” como quieras.
Lo cierto es que todo son trampas mentales. No hay alternativas a lo que es. No hay posibilidad de cambiar ni el más mínimo detalle del pasado. Ninguna.
Especular con lo que hubiese podido pasar o con alternativas a la realidad  te induce a cuestionarte el ahora, y más profundamente a cuestionar las razones de por qué ahora las cosas son como son.
Es evidente que las circunstancias, los acontecimientos y las formas de vivirlos, las relaciones, las decisiones, las vivencias en general, son los cimientos sobre los que se construye la realidad futura. Tu ahora se basa en lo que viviste anteriormente, en lo que pensaste, en las decisiones que tomaste, en las relaciones que tuviste… Y nada de eso puedes cambiarlo.
Tratar de imaginar cómo serían las cosas ahora si algo de lo anterior hubiese sido distinto, puede llevarte a ti o a otras personas a cuestionar las razones que te hacen estar donde estás.
Por qué estás con la persona con la que ahora vives, o por qué vives en donde ahora vives, o por qué trabajas donde ahora trabajas… Todo puede ser cuestionado mirando hacia atrás y preguntándose si lo de ahora sería igual si algo de lo pasado hubiera sido diferente.
¿Por qué haces lo que haces ahora? ¿Qué te ha traído hasta esta realidad presente?
La respuesta es que da igual cómo has llegado hasta aquí. Mi opinión, o mi creencia es que ibas a llegar igualmente hasta aquí, por uno u otro camino.
Para llegar a este presente yo he tenido que vivir lo que he vivido. Es así, da  lo mismo que piense que las cosas podrían haber sido distintas, porque no podrían. Han sido como han sido y no hay otra cosa.
¿Estaría viviendo ahora donde vivo?, ¿estaría viviendo con la persona que vivo?, ¿estaría trabajando en la empresa en la que lo estoy haciendo?
Estas peguntas no tienen sentido. Vivo ahora donde y con quien vivo y trabajo donde trabajo. Todo lo anterior me ha traído hasta aquí. Es donde debo estar y en mi caso concreto donde quiero estar.
¿Te imaginas pensar que si hubieses nacido en otro sitio o en otro año distinto, ahora podrías tener más o menos edad y tal vez vivirías en otra parte del mundo, o haber muerto hace tiempo?
Sería absurdo ¿no?
Pues te recomiendo que dejes de pensar que las cosas podrían ser de otra manera, porque no es posible que lo sean. Además, ¿de cuál de las infinitas maneras posibles sería?
Eso sí, si no te gusta como son las cosas ahora, puedes trabajar para cambiarlas. Puedes cambiar de pareja, de lugar de residencia, de trabajo… Pero en el futuro, si es que llega ese futuro, podrá ocurrir que vuelvas a plantearte que las cosas podrían haber sido de otro modo...
Mejor ser conscientes y vivir plenamente el ahora, tomando las decisiones de los cambios que queramos hacer ahora. No especular con presentes distintos a este presente, ni con futuros que no han ocurrido.
Mientras ocurren, que serán como hayan de ser, no como tú quieres que sean, aprende. Todo lo que puedas. De lo que ya has vivido y de lo que estás viviendo ahora. ¿Te gusta?, pues hazlo mejor, sácale todo el partido y evoluciona.
No atiendas las voces, externas o internas, que especulan con alternativas a la realidad presente, ni con intenciones tuyas en función de supuestas condiciones pasadas distintas de las que fueron y que no admiten cambio alguno. Es como tratar de achacar responsabilidades sobre acontecimientos no ocurridos, basándose en la pregunta  ¿y si…?
La formulo de otra forma, en presente: ¿Y si dejas de pensar en ello y te dedicas a vivir lo que es y no te preocupas de lo que pudo ser?
 
Jorge Arizcun